La no Fiesta de la Vendimia, el bicho y el forofismo
Sábado día10. Orballa. El agua se desliza lenta pero continua goteando por las varillas del paraguas. Es pequeño y no evita que me moje por el frente. Camino del Hospital no me cruzo absolutamente con nadie. No hace frío, más bien la maña es otoñal y típicamente asturiana. Ya en la recta del Pontón me cruzo con Paniagua. En silencio, bajo las mascarillas, nos saludamos levantando la mano.
Poco a poco tomo conciencia del día. Hoy la villa debía de estar ya a tope por la Fiesta de la Vendimia, fiesta a la que tradicionalmente ha acompañado el buen tiempo. Este año ni fiesta ni buen tiempo. Una más que nos ha jugado el dichoso bichito y nuestra incapacidad para controlarlo. Estoy convencido que si los gobernantes y responsables de todo tipo han tenido su mucha parte en ello, nosotros también tenemos la nuestra y no podemos encogernos de hombros y dejar hacer y dejar pasar en la creencia de que ya vendrá alguien a solucionarlo.
Recuerdo perfectamente cuando un grupo de amantes del vino y de su producción y tradición canguesa se conjuraron para poner en marcha esta fiesta. Eran aquellos buenos tiempos para Cangas, corría el dinero y no había paro. Ni por asomo podían pensar entonces los de Aprovicam y la hostelería que la Fiesta iba a llegar a ser la más importante del concejo tras la del 16 de julio.
Menos mal que entre tanta mala noticia e intencionadas manipulaciones de hechos y datos, desde la Denominación de Origen no dicen que la vendimia ha ido estupendamente, que se han alcanzado los 115.000 kilos de uva de buena calidad. Este año la vendimia comenzó antes y, por ello, terminó también antes. Toda la uva está ya en las bodegas.
De Madrid nos llegan noticias del baile que sus políticos se traen con la ciudadanía: un pasito p´alante María, un pasito p´atrás; adelante, atrás; un dos tres. Y así una y otra vez. Primero los cierran, luego los abren, detrás los vuelven a cerrar… Por la cosa del puente que no es puente, sino tres días festivos, son muchos los que aprovechan la incertidumbre y escapan de la capital. Algunos están aquí con nosotros. Quizás por eso a lo largo del fin de semana las calles y terrazas se encontraban llenas aun cuando la fiesta esté suspendida. Lo de la distancia de seguridad brilla por su ausencia en determinados lugares especialmente en la Calle Mayor, en los tramos de concentración de bares y terrazas. Es curioso, la genta llega a éstas con mascarillas, se sientan y automáticamente se las quitan y así permanecen.
El Covid es dueño y señor de las conversaciones, discusiones, e incluso clases magistrales de los más enterados, que suele ser los más torpes. Pese a todo se nota un mucho de forofismo en unos y otros. Para éstos todo lo que hace Pedro Sánchez está muy bien hecho y no se admite crítica ni matiz alguno. Si alguien lo pone en duda es porque es un facha redomado. Para aquellos, el presidente no da una, es el gobierno de Madrid, con Ayuso a la cabeza, el que lo está haciendo bien. Y ésto tampoco admite discusión alguna. Sánchez es un mentiroso convulsivo que solo pacta con etarras y separatistas para conservar el poder, argumentan. Y de su cada cual opinión no se mueven ni unos ni otros. Se ha perdido la cordura del análisis y de la ponderación de las pruebas. Se es de una u otra facción cual se es del Oviedo o del Sporting, del Madrid o del Barcelona. Hooligans en la política y de tal o cual partido sin análisis ni raciocinio alguno. Todo lo que hacen los nuestros está bien, lo de los otros, mal.
Mal camino para enfrentarnos a uno de los peores momentos que España ha vivido desde la Guerra Civil. Esperemos que la cordura, el buen hacer, la comprensión y el entendimiento, vuelvan a nuestras calles y pueblos.