La foto y su pie.- Camino del lugar de tiro
Han pasado uno y otro invierno; han florecido otras tantas primaveras; han subido los ríos con las lluvias de otros tantos otoños y han coronado las nieves reales y del tiempo montañas y sienes.
Monótonos, lentos a veces, rápidos otras, los días se dejan ir y venir de nuevo en el cumplimiento exacto del reloj infalible del universo.
Y de Carmen a Carmen laboran sus jornadas los cangueses siempre prestos a darlo todo en cada 16 de julio.
Con sus cargas de voladores al hombro, un grupo de cangueses avanzan decididos por un terroso camino en buscas de sus puestos de tiro en la Descarga. Difícil para muchos ubicar correctamente el lugar; el fotógrafo no selló el mismo y el tiempo cambió los entornos.
Llama la atención la relajación con que porta los voladores el último de la fila. Con la mano derecha en el bolsillo, la izquierda apenas sujeta levemente los voladores que caen indolentes por la espalda- A la izquierda, junto al muro, un niño acompaña a los tiradores.
Y cientos de imágenes como ésta se repetirán en la memoria este año en el día de hoy, 16 de julio, un 16 atípico, raro, de desganas, recuerdos, nostalgias y un tanto de desesperación. Lo que no pudo ni la guerra, lo ha logrado el maldito coronavirus.