La Descarga y sus históricas discusiones
Calmadas ya las turbulencias surgidas en torno a la suspensión o no de la Descarga, y relajados los decires que fuera de tono, sentido, e incluso muchas veces de educación y respeto se vertieron al respecto, vengo en recordar que no ha sido ésta, ni mucho menos, la única discusión habida en torno a la Descarga. Quizás no tan decisivas y duras como ésta última pero que también tuvieron su aquel y vienen a recordarnos que, siempre y en todas partes, se cuecen y se han cocido habas.
También es bueno repasar nuestra historia al respecto y comprobar que nadie es imprescindible y que las instituciones cargadas de solera e historia resisten cuantos embates, e incluso envestidas, en su contra se realizan. Es triste incluso comprobar, como ocurrió aquí mismo hace no muchas fechas, como hay militantes que desconocen la historia de su propia peña. Y más o menos viene a ocurrir lo mismo con la Descarga. Su historia real no tiene nada que ver con la gran cantidad de fabulaciones que a su alrededor se han montado y se montan. Y eso que hay múltiples reportajes, y hasta libros, escritos al respecto. Leer más y elucubrar menos es la receta
Quiero hoy recordar una de esas discusiones que durante toda la novena fue tema central en chigres y bares, esquinas y mentideros.
Corría 1.992, año de la Exposición Universal de Sevilla, y la directiva de Artesanos decide que la pólvora de ese año se adquiera a la pirotecnia Astariz de la localidad de Rábano, en la provincia de Lugo. Rayos, truenos y tempestades entre la parroquia canguesa. Por primera vez en su historia, la Descarga será disparada por una pirotecnia no ya no canguesa, sino ¡ni tan siquiera asturiana!¡Vade retro Satanás con tan infernal despropósito!, vienen a argumentar algunos coetáneos
Esta decisión se toma por unanimidad al considerar Artesanos que la empresa asturiana Devita, de Colunga, que venía disparando desde la retirada dos años atrás de la pirotecnia local, había roto los compromisos del año anterior. Imagínese el lector el volumen de las discusiones en los bares de la calle Mayor y el llamamientos a dar un golpe de mano contra la directiva que demandaban los autoproclamados per se depositarios del más genuino canguesismo, muchos de los cuales ni siquiera vivían en el concejo.
Para la directiva canguesa, Debita había incumplido el acuerdo por el cual tiraría la Descarga dos años seguidos, siempre que la subida de precios no fuese más allá del IPC, en un concurso calidad/precio, algo que no cumplió.
La retirada del disparo de la Descarga de Pirotecnia Pablo en 1.990 había desatado otra ola de discusiones, acusaciones, dimes y diretes, que se acrecentaron en este año al afirmarse desde de la directiva que “al plantón que ha supuesto la falta de compromiso de Devita no es ajena la pirotecnia local ya que últimamente ambas mantiene estrechas relaciones comerciales”. ¡Más leña al fuego de las discusiones y diatribas!. Y más munición para los pros y los contras por cuanto la directiva anuncia además un incremento de máquinas de siete a nueve, al instalar una nueva en el Parque Municipal y otra en el Fuejo, y otorga una docena más de voladores a cada uno de los 300 tiradores que ya entonces se contabilizaban. En total 3.500 docenas.
Años atrás del que aquí relatamos era impensable que la Descarga la tirará una empresa no canguesa, y después no asturiana; pero ya saben, nada es eterno ni inmutable, ni nada es nuevo bajo el sol festivo de la pólvora canguesa. Ni siquiera las discusiones en torno a la misma