La foto y su pie.-Las últimas lecheras
Tampoco ha pasado tanto tiempo como el estado de la foto puede dar a entender. El entorno permanece prácticamente inmutable en su general estructura y tan solo la presencia de árboles y vehículos estacionados distorsionan la comparación con el presente.
Mas todo cambia si nos fijamos en la figura central. La presencia de la lechera en pleno reparto domiciliario puede llamar muy especialmente la atención a los más jóvenes, o incluso a los que no lo son tanto. Está tomada en 1.986 en una década en la que la villa y el concejo crecían a pasos agigantados con la eclosión de la minería y con ello la indirecta potenciación de la ganadería.
Esta lechera que aquí vemos bien pudo ser de las últimas en prestar tal servicio en la villa. Algunos casos graves de salmonerosis y listeria aparecidos como consecuencia de su consumo y las exigencias sanitarias que como consecuencia se pusieron en marcha acabó con las lecheras de reparto, y sus figuras siguiendo al borrico cargado con las cántaras desapareció de las calles de la villa.