CANGAS.- Aquel parque casi ya olvidado
La memoria, aplicada sobre una imagen, es capaz de revivir situaciones que uno ya creía sepultadas en el desván polvoriento de la historia personal.
Tal puede ocurrir con esta imagen para muchos de los que ya hayan dejado atrás los cincuenta, incluso los cuarenta y se vean de nuevo dando patadas a un balón de goma polvorientos y felices. Para otros quizás la foto no concrete momentos especiales, pero sí para aquellos que acumulan más edad de las antes señaladas. Incluso, quizás y a los menos, le despierte ecos de tardes musicales los restos del quiosco de la música.
Ala derecha, un muro bajito y poco seguro al que se adosan bancos de albañilería delimita la carretera y más allá de ésta el paredón de piedra que cercaba los terrenos del Soliso y que poco a poco fueron cediendo su ruralidad al urbanismo.