A un tronco viejo
Yace inerte en el suelo
del tiempo rendido al paso,
hueco, herido, abatido
quizás por años, quizás el rayo.
Antaño orgullo contra el viento
luchando
mostró entereza año tras año,
nunca se dobló ante nada
desde que invisible apenas era
pequeño tallo.
Lección de vida al humano ha dado:
Ningún orgullo dura tanto
que no se abata
al pasar los años.