De cuando las Hijas de María llegaron a Cangas
Les traigo hoy hasta aquí una nota del ayer. Los que ya tenemos una edad recordamos perfectamente la existencia en España de una asociación denominada Hijas de María y a la que solo podían pertenecer las mujeres solteras. Pues bien, a finales de 1.929, y extrañamente, Cangas del Narcea no la tenía.
Como ya conocen los que me siguen en este enclaustramiento que nos ha traído la pandemia del coronavirus, paseando arriba y abajo el pasillo soy capaz de hacerlo simultáneamente por caminos y sendas de aquí o de acullá. Pues esta vez lo he hecho hojeando libros de mi biblioteca. Y hete aquí que me encuentro en La Maniega correspondiente a septiembre-octubre del citado 1.929 una crónica “Recuerdos de antaño” que firma Amader y en la que se dice:
“Como en la mayoría de los pueblos había asociación de las Hijas de María, de la que carecía esta villa, doña Julia (anoto: Julia Nacarino, casada con el registrador de la propiedad Pablo Martínez), se propuso crearla. En cuando indicó la idea todas las jóvenes se apresuraron a inscribirse, constituyendo muy pronto un número respetable y quedando hecha la fundación con gran contento del vecindario y especialmente del digno párroco, el bueno de don Facundo”. Como verán la creación de esta asociación existía ya bastante antes de que apareciera Franco a cuya época remiten algunos inconscientes históricos la creación de la citada asociación mariana.
Cómo era lógico nombraron presidente a la cita doña Julia. Seguidamente y con jóvenes de esta asociación fundó un nutrido coro en el que sobresalía “de una manera notable, la hermosa, limpia y potente voz, con una escuela perfecta de Manuela Gómez, alumna que había sido del conservatorio de Madrid”.
Pero había más componentes. Señala la crónica a Carolina González Reguerín, María Suarez Cantón, Aurora Fernández Flórez, Trinidad Sal de Rellán, Celestina Díaz Argüelles, Jenara Martínez Regueral, Mercedes y Paz Olivares, y Carmen, Ángeles y Luisa Martínez de Ros.
Y fíjense en la redacción de este párrafo:
“Tanto en la novena y día de la Purísima, como en las demás funciones de las Hijas de María, se llenaba la iglesia de fieles, por la solemnidad del culto con que se celebraban y por oír los bonitos y armoniosos cantos que ejecutaba aquel coro, acompañado al piano, magistralmente, por su insigne directora, que contribuía a elevar más los corazones hacia el cielo y a aumentar la devoción”.
Como lo contaron lo cuento .