CANGAS DEL NARCEA.- Adiós a un hombre bueno
Se nos ha ido en silencio, discretamente, un hombre bueno. En alguna parte leí que lo mejor que se puede decir de alguien es sencillamente eso: que fue una buena persona.
Si algo hemos de destacar de Emilio es precisamente eso, su bonhomía.
Entregado a su profesión, siempre tenía una palabra amable para cuantos a él acudían, y muy especialmente para sus paisanos. En su etapa en urgencias, momentos de tensión siempre para cuantos allí se ven precisados a acudir, Emilio era la tranquilidad y el emisor de palabras amables y suaves que trasmitían a enfermos y familiares el necesario sosiego. Y siempre continuó haciéndolo
También supo llevar esa tranquilidad de ánimo a la política durante su etapa de concejal. Sus intervenciones eran pausadas y cargadas de lógica. Más activas fueron sus acciones e intervenciones como portavoz de los vecinos de la Calle Clarín en el conflicto político y económico que se desató tras el argayo que afectó gravemente a varios edificios de la zona.
Poco a poco la enfermedad, pese a que luchó denodadamente contra ella, fue minando su empuje y dinamismo, agotando sus fuerzas.
Hoy decimos adiós a un hombre bueno: Emilio