NARCEA.- Dos años para el empleado de banca acusado de apropiarse de 51.884 euros
El empleado de banca acusado de apropiarse de 50.000 euros de una entidad bancaria de Cangas del Narcea en 2017 ha admitido que desde su terminal gastó 51.884 euros en 706 operaciones de apuestas a través de internet, pero ha negado que fuera con dinero de la sucursal.
En el juicio celebrado en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, la Fiscalía ha solicitado para el acusado, C.V.G.R., dos años y ocho meses de prisión por un delito continuado de apropiación indebida tras elevar cuatro meses su petición de condena al adherirse a las acusaciones particulares que ejercen el banco y la compañía aseguradora.
Por su parte, el acusado ha atribuido a un error contable la desaparición del dinero y ha sostenido que, aunque él estaba de vacaciones cuando se constató que faltaban 50.000 euros, al regresar a su puesto de trabajo revisó caja por caja y los archivos a ver si encontraba la diferencia existente.
C.V.G.R. era el responsable de la caja fuerte y el auditor y el jefe de zona le dieron un documento de reconocimiento de los hechos que él firmó, según su versión, porque creía que así iba a evitar el despido.
En su defensa explicó que firmó bajo coacciones para que su mujer “no pasara un mal trago” ya que vivían en una localidad pequeña y le habían dicho que si lo reconocía el caso no llegaría a juicio. Así mismo señaló que, tras ser despedido, estuvo esperando a que le llamaran del banco para pedirle disculpas aclarándole que el dinero había aparecido y que le iban a readmitir. Negó que tuviera un problema de ludopatía y mantuvo que sólo fue una época donde “le dio por jugar un poco porque no se me daba mal” aunque sabía que no podía usar su terminal para fines privados.
Por su parte, el director de la oficina, F.G.G., ha manifestado que descartaron el error contable y no dudaron del empleado porque “tenía confianza en él” aunque al revisar su terminal constataron que había realizado 706 operaciones a través de internet por importe de 51.884 euros en casas de apuestas.
Además, el auditor, D.C.D., ha negado cualquier tipo de coacción y ha afirmado que le concedieron un tiempo para que hablara con un abogado y, aunque en principio negó los hechos, finalmente dijo que iba a devolver el dinero. Para la subdirectora, L.F. pese a que revolvieron la oficina no apareció el dinero, que aún no ha sido repuesto, y ha relatado que a la oficina llegaba gente con “mala pinta” que sólo quería reunirse con el acusado que se mostraba “incómodo y nervioso” ante esas visitas. Otros tres empleados han expuesto que el acusado era el único que recogía el dinero de la empresa de seguridad y accedía a la caja fuerte.
El fiscal y las acusaciones particulares han considerado que “la lógica y el sentido común” indican que el acusado cometió los hechos ante su reconocimiento en el documento y su problema de ludopatía.
En el turno de última palabra, el acusado utilizó el turno de última palabra para reiterar que es inocente. La defensa ha pedido su libre absolución.