Caminando por Cangas, Ibias y Degaña
El diario El País-Economía en su sección Cinco Días, y firmado por Javier Martínez Mansilla, publicaba un reportaje sobre esta comarca suroccidental asturiana que, por su interés, traemos hasta esta página en el afán de que llegue al mayor número de vecinos e interesados posibles, incuso los que se encuentran al otro lado del Atlántico
Dice así:
“En las tierras altas del Principado, el bosque se ha adueñado de las laderas rocosas, del silencio y del paso del tiempo. Aquí, en el extremo suroccidental de Asturias, no hay acantilados ni riscos afilados, tan solo un océano de montes que se extiende hasta donde alcanza la vista. Aquí, entre Cangas de Narcea, Ibias y Degaña, tampoco se bebe sidra sino vino, en la única zona vitivinícola de la región donde los veranos son sofocantes y los inviernos helados.
El otoño vuelve y envuelve con su paleta de ocres y rojizos las laderas de viñas, los hayedos sombríos y exuberantes robledales que atrapan al viajero deseoso de huir de las rutas establecidas que apuntan siempre al oriente.
La nuestra nos lleva por la carretera AS-15 a través de la cordillera Cantábrica y los dominios del oso pardo en busca de las Fuentes del Narcea. Estos son los motivos para una escapada otoñal con sabor rural en la comarca de los bosques.
Los concejos de Cangas de Narcea, Degaña e Ibias conforman esta zona de 1.243 kilómetros cuadrados, de los cuales 567 pertenecen a alguna figura de protección. Tomaremos la villa de Cangas (13.000 habitantes) como base de operaciones para tomarle el pulso al Parque Natural Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias.
La mayor área protegida del Principado de Asturias está declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco y forma parte de la Red Natura 2000 por su gran valor ecológico y por atesorar uno de los bosques mejor conservados de Europa, refugio de osos, urogallos y rebecos.
La Reserva de Muniellos es uno de los robledales de Europa mejor conservados. Solo pueden acceder 20 personas al día con autorización
Desde las cabeceras del Narcea y el Ibias, que cincelan la comarca, hasta los 2.000 metros de altura del Cueto Arbás. Este territorio montuoso es el que ha moldeado la forma de vida de sus habitantes, que poblaron sus valles glaciares y rellanos de montaña desde el Paleolítico hasta hoy.
Descubra los dólmenes de Pradias y Seroido en Ibias, los múltiples castros repartidos por la zona o los vestigios de la fiebre del oro de los romanos en la región.
Diseminadas en sus praderas encontramos pallozas, construcciones arcaicas de techado de paja, o cortinos, estructuras circulares de piedra que protegían las columnas de miel del fuego y de los osos.
Pero si está deseando explorar las entrañas del bosque húmedo siga adelante.
El parque incluye la reserva natural parcial de Cueto Arbás (29 km cuadrados) y la de Muniellos, también conocido como el mayor robledal de Europa. Imagine 55 km cuadrados de naturaleza virgen en el valle del río Muniellos, que desciende desde las cuatro lagunas de origen glaciar. Tan solo pueden penetrar 20 personas al día en este territorio, con previa autorización, para preservar así este entorno salvaje donde se esconden escurridizos lobos y osos pardos.
Redescubra el silencio, la paz y el halo de misterio que envuelve esta inmensidad de hayas, abedules y robles de los que cuelgan líquenes, y hágalo caminando por las dos rutas (18 km) que vertebran la reserva desde Tablizas.
Además de las sendas de Muniellos, conviene hacerse a la idea de que en la comarca se extiende una red de más de 300 km caminos que se engalanan en otoño. Por Donde Camina el Oso es un recorrido en 11 etapas para descubrir las raíces y el carácter de la zona siguiendo los pasos de estos plantígrados. Un viaje de postales bucólicas por la cordillera Cantábrica, desde sus cumbres de brezo a sus praderas de ganado; por sus monasterios, santuarios y las huellas que ha dejado la minería y la viticultura, hasta sus aldeas recónditas y pueblos como San Antolín o Degaña.
Para quien no tenga tanto tiempo ni tantas ganas, puede optar por cualquiera de los recorridos panorámicos por la zona en vehículo, circulando por carreteras secundarias como la AS-348 a través de la ruta de los Puertos, del Oro, de la Sierra, del Acebo.
Aunque la sidra no llegue a ser una excentricidad, el viajero deberá saber que Fuentes del Narcea es tierra de vinos y de la DOP de Cangas. Desde tiempos remotos se cultiva la vid en las empinadas laderas de la comarca, dando lugar a una viticultura heroica, de montaña, heredada de los monjes benedictinos del Monasterio de Corias.
El mes de octubre es también mes de vendimia, así que celébrelo visitando el Museo del vino de Cangas, paseando entre cepas centenarias y bodegas o saliendo de chateo por los bares y chigres de la villa.