La foto y su pie.- Crepúsculo en el adiós
A cada día le llega su atardecer y a cada momento de vida su final. Hace poco más de una semana les saludaba desde esa misma terraza frente a la brisa del oeste. Hoy les digo adiós desde el mismo lugar. Adiós al mar y a la cadencia de la olas que no, mientras vosotros no lo decidáis, a mi contacto escrito.
El rojizo atardecer pone contraluz a un adiós que ha de convertirse en hasta luego en otros momentos y, quizás con otros soles, pero plenos también de vida y esperanzas.
Al fin y al cabo algunos estamos dejando ya atrás el otoño vivencial aunque nos agarremos con optimismo a un eterno verano.
Extremadura me espera