CANGAS DEL NARCEA.- De nuevo Sheila Barrero
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Cangas del Narcea acogió ayer la declaración de tres agentes del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil que redactaron el informe de 2004 basándose en las pruebas recogidas en el lugar donde apareció el cadáver de Sheila Barrero de cuyo asesinato ya tienen cumplida constancia mis lectores
Según diversos medios informativos, los tres expertos en balística y residuos de disparo ratificaron el contenido del informe ante la jueza, dentro de las diligencias solicitadas por la Fiscalía en la fase de instrucción que lleva a cabo el juzgado cangués tras la reapertura del caso. Explicaron que los residuos de disparo localizados en el principal sospechoso, el exnovio de Sheila Barrero, Borja V. G., “coinciden en características con el casquillo encontrado en el vehículo en el que se cometió el asesinato”.
Por su parte, el abogado de la defensa, Pedro González, sostuvo a la salida del Juzgado que esos residuos “coinciden con un casquillo analizado, que es lo que han analizado en Madrid, que no tiene nada que ver con el que el instructor policial había hallado, que era de otra marca muy distinta”. A este respecto, los guardias civiles sostuvieron que recibieron en el laboratorio un casquillo de marca SB que “se fotografió, se identificó y se analizó tanto en balística como luego a través de una toma de residuos de disparo. No hay ningún error en nuestra cadena de custodia”.
El exnovio de Sheila Barrero sostuvo que esos restos de pólvora aparecieron porque había estado cazando aunque la GC sostiene que “se detectaron algunas partículas que no eran habituales en arma de caza. Está por determinar si esas partículas son importantes para poder discriminar el uso de un arma de caza o no”.
Según los expertos, estas pruebas de residuos de disparo son “interpretables” y, pese a que tienen su valor, reiteraron, “no son definitivas”. Más concluyentes serían las señales características del arma, que no llegó a aparecer y sería “vital” ya que “el arma deja unas señales que son características de cada una. Cogeríamos munición del calibre adecuado, la dispararíamos en nuestro departamento de balística y compararíamos las marcas del casquillo que se encontró en el vehículo con esas marcas. Esa prueba sería muy definitiva”, aseguró la Guardia Civil.
Si no se precisan nuevas diligencias y concluye aquí la fase de instrucción, caben dos posibilidades, que pasan por la apertura de juicio o el sobreseimiento del caso.