BERZOCANA.- Flor de jara
Quedaron perdidos en el pozo del olvido aquellas floridas Cruces de mayo de mi niñez.
Por el contrario, aún perduran las tarde de rosarios en la escuela y el rezo de la Flores en el atardecer en una iglesia que olía y flores y primavera con revuelo de faldas y cigarrillos clandestinos en los alrededores del Peral de la Mozas, algo más allá del cruce de Solana, en la carretera de Camero, lugar obligatorio y controlado del paseo de mozos y adolescentes
Mayo envuelve a la villa de olores definidos y definitorios que ponen sello a la Villuercas. Pone contraste el blanco de la flores de jara a los verdes de la Sierra y a los más lejanos y atenuados que se abren a la dehesa en la lejanía. Se desperezan los campos del sueño invernal y las margaritas y amapolas se abren a los días soleados,
Y de norte a sur, de este a oeste, la flor de jara se enseñorea de la comarca preñada ya de olores y vida.