La foto y su pie. Y los caminos se han hecho ríos
Han roto los ríos sus cauces de sequía y han abierto compuertas de prados y senderos con sus aguas bravas y rugientes. Bajan revueltas de barro las aguas arrastrando troncos de todo y tipo y calibre que golpean contra las riberas con ruido estremecedor.
Han olvidado las senda y camino su carácter de tierra y peña y han venido a convertirse en arroyos, fuentes y regatos de muy diverso caudal
El Luiña ha decido dejar su cauce a la altura del final de la recta del Pontón y saltar al Paseo del Vino como si de un jubilado más, en su paseo matutino, se tratase. Ha cortado la senda y discurre por la misma cuan si de nuevo arroyo se tratase-
El orbayo y la niebla envuelve al concejo mientras el Narcea baja ya de los tres metros a la altura de Corias.