CANGAS DEL NARCEA.- Una Santa Bárbara de nostalgias y desasosiegos
Santa Bárbara. Fue una festividad llena de nostalgias. De añoranzas de tiempos idos y gentes que no volverán. Tanto en la procesión como en los momentos anteriores y posteriores solo se utilizaban tiempos verbales del pasado. Hasta los periodistas de la TPA que se hallaban retrasmitiendo en directo utilizaban siempre el pasado en sus preguntas
-¿Qué recuerda usted de sus tiempos de mina?. Preguntaban a un joven con casco y mono ya jubilado. Dejadez en las respuestas, Un dejarse ir inconsciente ante la realidad del cierre de las últimas minas y la campaña de protestas iniciada a todos los niveles contra el carbón.
Desfilaban los mineros en la noche que ni siquiera las luces delos cascos lograban romper del todo. Toda una imagen del futuro minero del suroccidente.
La imagen de Santa Bárbara salió de la basílica al terminar la misa cantada por la Coral de Cangas del Narcea. La procesión se detuvo frente a la estatua del minero, en la Calle Uría. Tras la ofrenda floral a los mineros fallecidos, acompañado a la gaita por Iván Rodríguez, el cantante Rafael Uría, interpretó ‘Ya van cerrarnos las minas’, un canto al sentir general de toda una comarca. Los voladores, que habían venido marcando el paso durante todo el recorrido, rompieron la noche con ráfagas de luz y ruido cuando la imagen se detuvo frente al Ayuntamiento.
Marcelino Menéndez, portavoz de la plataforma “Santa Bárbara” que lucha por una salida digna para todos señalaba: “Somos realistas. La esperanza es lo último que se pierde. Depende de la voluntad política y de que dejen la puerta abierta para seguir un tiempo mientras se lleva a cabo esa transición energética ordenada”. Está convencido de que existen alternativas al cierre de la minería en la comarca. Su propuesta pasa por mantener, al menos, una explotación minera y una térmica abierta por provincia para dar empleo a los excedentes durante esa transición y mientras se ponen en marcha esas industrias paralelas al carbón.
Aun así los mineros celebraron su patrona. Seguirá luchando como han hecho siempre, pero esta vez las esperanzas son muy pocas y los afectados menos. Jubilaciones y prejubilaciones han barrido la comarca e incluso han contribuido a su despoblación. Ahora los más jóvenes ven el futuro negro, pero no negro de carbón sino de desilusión y rabia.