CANGAS DEL NARCEA.- Demanda contra la Consejería por daños del oso
Ayer quedaba visto para sentencia en el Juzgado nº 2 de lo Contencioso Administrativo de Oviedo, la primera demanda contra la valoración del Principado por daños del oso en la cabaña ganadera.
La demanda está promovida por el sindicato, USAGA, y podría sentar un precedente en Asturias, como ya ha ocurrido en otras comunidades con distintas especies protegidas. En este caso, se trata de una ganadera de en la explotación de Segundo González, de Caldevilla de Rengos, en Cangas del Narcea, que reclama 7.500 euros más de los 900 ya cobrados. Para ello, añade al valor de las diez ovejas que le mató el oso, el lucro cesante y otros daños derivados del ataque.
Se trata de un juicio pionero en Asturias por las bajas indemnizaciones por los daños de la fauna salvaje y contra la Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente por daños de fauna salvaje.
Fue en agosto de 2017 cuando el oso entró en la finca que tiene más de 7 kilómetros de cerco eléctrico y arremetió contra el rebaño, de más de 250 cabezas, el mayor en Asturias de esta oveja de raza autóctona y también hasta hace poco en peligro de extinción. Ante la presencia del plantígrado las ovejas salieron en espantada.
Según el ganadero, en el ataque murieron 10 ovejas pero otras muchas quedaron heridas y buena parte de las mismas dejaron de ser productivas debido a la tensión vivida durante los ataques. Esta familia de ganaderos está planteándose el cierre de la explotación, ya que llevan unos 60 animales perdidos en el año a causa de la fauna salvaje y espera que ahora el juez les de la razón.
Según establece el baremo fijado por el Principado, ha recibido el pago de unos 900 euros, pero reclama otros 7.500 por considerar que esa cantidad no cubre la totalidad del daño, como explicaba el coordinador en Asturias de USAGA, Fernando Marrón, quien explicó que “las ovejas restantes sufrieron un estrés por el que dejaron de producir, no quedaron preñadas, hay una `pérdida patrimonial porque alguien decidió tener osos sueltos cerca de las casas”.