La foto y su pie. Tiempo detenido
Ha quedado detenido el tiempo en el objetivo. Las calles, el deteriorado empedrado, la ropa tendida; planas y blancas la fachadas de puertas estrechas y ventanas pequeñas…
Un ligero escalofrío ha recorrido el cuerpo de cuantos dejaron ya atrás los sesenta y más aún los setenta. Desde muy diversos lugares de España, las mentes han dado un salto en el espacio y el tiempo y, con la cámara, han retrocedido en el tiempo subiendo a carrereas de la Calle Honda hasta Carretas.
Tío Agapito, a horcajadas en su rocín, ha detenido el paso de éste y ambos miran curiosos a quien esto firma, entonces un joven haciendo pinitos en el campo de las diapositivas. Tal parece que en cualquier momento se abrirá la puerta y tío Obispo saldrá a saludar a su amigo.