La foto y su pie.- Domingo de manta y sofá
Se ha asomado la nieve tímidamente a los canchos. Y hasta ha hecho algún que otro pinito blanco en el Cogorro. El agua vino con los Reyes y con ellos se volvió. Aún queda sed en los campos; y ríos, arroyos y regatos, esperan impacientes un notable crecimiento en su caudal.
El frío trae recuerdos de matanzas y copas de aguardiente mañanero en Ca tio Emilino. Domingo de manta y sofá, calles silenciosas y vacías. Como todos los días de invierno. Y hasta los de otoño. No suenan pájaros ni niños, ni siquiera el correr de las canales o el motor de un coche. Todo dormita, hasta la Plaza, a la espera de la primavera.
Van y vienen las nieblas, caen unas cuantas gotas y asperece algún que otro rayo de sol.
Al calor del brasero, sentado a la mesa camilla, dejo pasar el día vigilando el dormitar de mi madre enferma.