BERZOCANA.- Y los Reyes Magos (los de siempre) trajeron el agua

Han llegado los Magos a Berzocana. Melchor, Gaspar y Baltasar, los de siempre, los de mi niñez y la niñez de mi abuelo. Y lo han hecho a pie, con sencillez, incluso con acento castúo. Sin desnaturalizaciones interesadas, sin drag queens, sin las llamadas maliciosamente “alternativas de progreso”, caramelos con envoltorios políticos propagandísticos, lazos amarillos o reinas alternativas. Han acudido sin sandeces ni demagogias que pretenden desnaturalizar una tradición de ilusiones de niños y para niños, capaz, en muchos casos, de hacernos niños a nosotros.

Y han acudido con un regalo muy especial para todos los extremeños, y especialmente para los berzocaniegos. Llegaron envueltos en agua, Llovió durante todo el día y tanto los Magos como los agricultores lo celebraron. Creo que hasta los niños que, en los pueblos, intuyen lo que es verdaderamente necesario. Los Magos atendieron la petición hecha por miles de agricultores y campesinos, con mi paisano José Luis Sotana a la cabeza, que habían pedido agua en sus cartas. Agua para las secas tierras extremeñas. Agua para las dehesas y serranías que guardan fuentes de promesas primaverales. Debieron de portarse bien pues sus peticiones fueron atendidas. Y llovió hasta que ya en la madrugada, los Magos se retiraron a sus domicilios de Oriente.