CANGAS DEL NARCEA.- Un filandón de ayer, hoy
Olía castañas. Bullicio en el Hogar e inquietud y nervios entre los asistentes. Liliana Álvarez, dedica su actuación a su abuela, la popular María la del Acebo, que cardaba lana en el mismo escenario. Nos encontramos en el Centro Social de Personas Mayores y todo nos indica que estamos en los prolegómenos de un filandón de los de antaño “Es un momento muy especial para mí, apunta Liliana: “Sobre este escenario nos encontramos tres generaciones de mi familia”. Suena la música. Una jota y el Son d’Arriba levantaron a varias parejas del asiento. Suben los brazos arriba y surge el improvisado baile. Comienza a correr el vino y las primeras castañas.
Sobre el escenario, convertido en una cocina tradicional asturiana, varias hilanderas se afanan en escardar e hilar la mejor lana. Un madreñeiro les acompaña. No para la rueca y no para la música. Tal parece que las mujeres escardan e hilan a ritmo de pandeiros y castañuelas.
Emilio Álvarez, “Emilio, el de Fonceca”, saca su acordeón, le arranca notas, acordes y arpegios y junto a su hija, Liliana alegran el momento. No pocos se arrancaron a bailar. Otros, en cambio, libretos en mano, mostraban cierto nerviosismo camuflados. Los integrantes del coro del centro, esperan el momento de su adelantado debut en principio programado para el próximo mes de diciembre. “La bella Lola” firmó su bautizo musical. Y siguió la fiesta, la música, el baile y el buen humor.