La foto y su pie.- Esperando el agua
“Dura poco la alegría en casa del pobre” reza el dicho popular. Y tras regar levemente la tierra, el agua nos abandonó de nuevo refugiándose, quizás, en otros lugares del planeta a la espera de su regreso a estas latitudes.
Siguen secos o semisecos arroyos y regatos en Extremadura y en Asturias. Rumia el ganado sed de agua fresca corriendo entre verdes. Miran al cielo azul y límpido hombres y mujeres del campo. Y de la ciudad.
Los tubos del llamado “órgano” de Cea Bermúdez apuntan entrecruzados al cielo demandando nubes que descarguen y eliminen la contaminación que atenaza la ciudad. Pero el aire no obra en ellos y permanecen mudos. Nos dijeron que sonarían al ser acariciados por el viento. No es así. Y si suenan debe de ser de una forma tan débil que lo ahogan motores, bocinas, gritos y máquinas de todo tipo.
Y el campo y la ciudad esperan el agua