NARCEA/BERZOCANA.- Volvemos a las rutinas
Tras una semana de asueto y maletas, vuelvo de nuevo con vosotros cuando ya el otoño ha enseñado su cara, se han llenado las viñas de colorido humano, y la pertinaz sequía, como se decía antaño, continúa asentada en España.
Pasamos unos días en el París de La France, que decía un ilustrado paisano, con la sensación, en más de un momento, de no tener muy claro si precisamente estaba allí o, equivocadamente, me había plantado en Pekín o Tokio. ¡Que invasión!. Por todas partes te surgían caras de chinos, japoneses, coreanos, o ¡vaya usted a saber! , pues en eso de distinguir a unos u otros de los habitantes de aquella zona no estoy yo muy ducho. El caso es que había momentos que me parecía que había más chinos que franceses. Y con la misma facilidad con que se colocaban en primera fila sin mirar si estorbaban o no, te pedían inmediata respetuosas disculpas juntando las manos e inclinando la cabeza.
Y me encuentro lo mismo que dejé: la sinrazón y el desconocimiento, el egoísmo y la maledicencia, los interés propios por encima de le generales, el egoísmo de partido pisando al Estado, el pasotismo en una parte, y el sinsentido irracional en otras y falta de sensibilidad en casi todas las partes ante la gravedad de lo que está ocurriendo. ¿Es que nadie se acuerda ya de cómo reacciono la ciudadanía ante el golpe de estado el 23F?. Ahora ocurre lo mismo y se acusa a la policía y se pide reprobar a un miembro del gobierno.
Por los calles de París, con la mayor tranquilidad del mundo, miembros de las fuerzas armadas patrullan armados con el beneplácito de los vecinos que se ven así mucho más protegidos. ¿Se imaginan lo que aquí dirían Pablo Iglesias, Llamazares, Pedro Sánchez, u otros tantos demócratas salva patrias si salen los soldados a patrullar por uno u otro motivo? Quizás lo que ocurra es que en Francia no son demócratas?. O que aún vivimos bajo el síndrome de la dictadura.
Y aquí más cerca pues también las mismas rutinas. Y de ellas comenzaremos a hablar de seguido.
Bien hallados, amigos