La foto y su pie: Camino de casa
Pesan ya los años en la cuesta que marca el camino de vuelta a casa. Detrás queda la Plaza con su bares, sus terrazas, sus sillas y sus bullicios veraniegos que el otoño irá amortiguando hasta quedar totalmente adormecidos con los primeros días del invierno.
Aprieta el sol y la idea de una siesta reparadora anima a los hermanos a coronar el camino. De forma lenta, dejándose ir, y quizás pensando también que podían haber apurado un poco más la mañana, caminan abstraídos. El tiempo se escapa rápido entre los resquicios de los días y más aún en el verano. Quizás mañana. El reloj ha dejado ya atrás las tres de la tarde hace al menos media hora.