CANGAS DEL NARCEA.- El sol me levantó esta mañana.
Sábado, 2 de septiembre. El sol ha llamado esta mañana temprano a mi ventana. Serían las ocho y media. Ello me animó y me eché abajo de la cama. Tras el preceptivo café y unas tostadas me dispongo a salir. ¡Carajo!. Vaya fresquito. Me vuelvo y me pongo una cazadora veraniega. Esto es otra cosa. Se me había olvidado que ayer, al atardecer, encendimos la calefacción
Dos perros pequeños inician conmigo el camino ladrando sin parar ¡Qué cruz de perros canijos y ladradores, Señor! Los rayos de sol, salvada la montaña y llegando desde la ermita de San Luís del Monte, intentan abrirse paso entre las copas de los árboles. Lo hacen con timidez, acariciando la fronda temerosos de enfadarla. No logra llegar al camino. La aldea duerme aún. Un ciclista de montaña y un vehículo con cazadores me adelantan. Ya puedo decir que la mañana está animadísima.
Cambio el dial. Los fines de semana, Onda Cero deja de ser emisora y se transforma, cansinamente, en hospital. En Radio Nacional se nota muy mucho la ausencia de Pepa Fernández y su equipo. RTPA llega con muchas interferencias. Y no hay más. Apago la radio y continúo mi camino. Espero que septiembre nos deje más sol y menos niebla que agosto. Si llueve tampoco estaría mal, el campo lo necesita. Bajaré a Cangas a por la prensa.