BERZOCANA.- La foto y su pie: Sombra
Reverberaba el calor en la calle madrileña. El caminante miraba aquí y allá en busca de una sombra reparadora: nada. De alguna manera, la mente actuó en consecuencia y puso en primer plano la agradable sombra de la puerta de la iglesia de Berzocana, justo allí donde el vientecillo del “Colaillo el rio” se transforma en aire acondicionado natural.
Cerró levemente los ojos mientras esperaba en el semáforo de Princesa sintiendo un repentino alivio. Un par de minutos después reinició la marcha mientras la imagen de la iglesia, escoltada por los álamos, se difuminaba. Los ruidos y el calor capitalino volvieron atropelladamente