CANGAS DEL NARCEA.- Una medalla de Oro muy celebrada
La sala se había ido llenando poco a poco. Los cangueses se iban acomodando y se saludaba a los que llegaban de otros lugares para iniciar los festejos. A la entrada, Artesanos regalada una gorra quizás para que se use durante la Descarga para evitar el impacto directo de las varas de los voladores en la cabeza.
Cuando los relojes estaban a punto de marcar las nueve de la tarde hizo su aparición don Jesús. Lo hacía como intentando pasar desapercibido, como si aquello no fuese con él. Cogió su gorra y se adentró en la sala. Espontáneamente surgió un fuerte aplauso. No le quedó otra que corresponder. Y lo hizo con su característica humildad y con su especial sonrisa.
Antonio Ochoa, secretario de la Sociedad de Artesanos, fue el encargado de glosar la figura de don Jesús y resaltar los méritos que en él habían encontrado, y su forma de ser y de actuar, que le hacía merecedor de la Medalla de Oro que anualmente concede la Sociedad responsable y organizadora de la Descarga.
Es importante, resaltaba Ochoa, saber que “cuando los nubarrones se ciernen sobre tu cabeza, hay personas con las que puedes contar para ayudarte”. Destacó también su amabilidad y cariño, además de su apoyo a Artesanos y a la Descarga.
El presidente de la Sociedad, Juan Fernández, hizo entrega de la medalla entre los aplausos de un público entregado.
Y aquí surgió la sorpresa, algo que, personalmente, me satisfizo enormemente. Hace ya años que junto al director de la desaparecida Maniega, José María G. Azcárate, veníamos pidiendo la necesidad de solemnizar y potenciar un acto tan importante tanto para la villa como para Artesanos, así como su repercusión al menos a nivel regional. Ello pedía también la intervención del homenajeado, algo que salvo en un par de excepciones no venía ocurriendo.
Pues lo hizo don Jesús. Decido, tras recibir la medalla, subió al estrado donde se encontraba la totalidad de la Junta Directiva y tomando asiento en el medio de todos ellos, con una tremenda naturalidad y sencillez se dirigió a los presentes:
“Quiero animaros a que hagáis todo lo posible por conservar en su integridad esta fiesta y todo lo que va a su alrededor, las novenas y la Descarga”. Y continuó “por ello veo necesario el mantener la tradición, sin grandes pretensiones, porque tal y como está configurado El Carmen es una cosa estupenda”.
Seguidamente apuntaba: “Pero no creáis que vuestros antepasados lo tuvieron todo muy fácil con respecto a la fiestas. ¡Qué va!. Hubo momentos difíciles, muy difíciles”.
Y pasó a relatar un par de ocasiones en que las fiestas de la Virgen del Carmen estuvieron a punto de desaparecer. “. La primera de ellas fue cuando se decidió construir una capilla más grande en Ambasaguas. Estuvo a punto de que no se pudiesen concluir las obras al agotarse el presupuesto prácticamente con los trabajos realizado en el exterior. Se financiaron con un envió que remitió un indiano natural de Curriellos pero que también incluía una parte para la ermita del citado pueblo. Ante la difícil situación, y dado que esta capilla se encontraba en buen estado, el obispo decidió que con esta partida se terminase la capilla del Carmen cuando ya se daba ésta prácticamente por perdida.
La segunda, la fechó en 1899, cuando el párroco de Cangas intentó anular la procesión de subida de la Virgen a la basílica el día 16, argumentando que la fiesta patronal correspondía a la Magdalena y que, por tanto, la procesión debía circunscribirse a su barrio, Ambasaguas. Os prometo que os contaré lo que sucedió en un próximo artículo.
La intervención de don Jesús fue cerrada por un largo aplauso con el que se dio por cerrado el acto.
Y donde se podrá leer ese artículo?