La foto y su pie: La primavera ha tornado su cara
Nos has puesto un rictus invernal la primavera. La niebla se ha enriscado en los canchos de la Sierra y nos ha ocultado las encinas. Los olivos presentan su florido esplendor mostrando sus hojas relucientes de agua primaveral y sus promesas de abundante cosecha.
Llueve. Han corrido las canales casi toda la noche y un apagón puso el corazón en un puño a los amantes del fútbol cuando la señal televisiva decidió ausentarse entre improperios de diversos calibres de los aficionados.
Está seca la tierra. El agua apenas logra formar charcos duraderos y las calles, limpias tras la lluvia, muestran sus piedras relucientes. Esta mañana los verdes inundan el paisaje. Verdes húmedos como de primavera recién estrenada. Verdes luminosos como vestido de joven doncella en la mañana soleada del Domingo de Ramos.