La foto y su pie.- Tiempo de huertas
Ha abierto la primavera surcos fecundos en la tierra reseca. Reverdecen verdes sobre marrones invernales y salpica de gotas de agua la manguera que llega desde el pozo. Es tiempo de huertas y de huertos.
Si los soles primaverales llenan de vida árboles y suelos, lo hacen también con la sangre y el espíritu de los jubilados que ven como se activan todos sus resortes vitales cual si los años hubiesen retrocedido milagrosamente en el devenir de su vida. Se equipan cual si fuesen a librar una batalla contra los campos y parten hacia los mismos con una renacida actividad que creían haber perdido en los monótonos días invernales de cocina y televisión. Es tiempo de huertas y de huertos y los jubilados, revitalizados, encuentran, incluso, motivo para sus conversaciones entre las lechugas, berzas, pimientos, tomates, cebollinos, zanahorias, fresas, patatas, guisantes o judías. Es tiempo de huertas y de huertos.