PAZ Y BIEN, desde la realidad de lo vivido
En estas fiestas en que el buenismo alcanza sus más altos límites y la hipocresía su cénit. En estas fechas en que te abrazan, te saludan y te desean toda clase de parabienes incluso los que nunca ni tan siquiera te saludan; desde esta página quiero desear a todos PAZ Y TRABAJO. Y desde la experiencia de mi edad, ya ajena a envidias y ascensos de futuro de cualquier tipo, puedo aseguraros que este es en verdad mi deseo porque estoy también seguro de que en muchos de los tópicos de estos días también se esconde la verdad y porque no estoy dispuesto a renunciar a todo cuanto aprendí de mis mayores y los muchos momentos de alegría que desde mi niñez de pueblo envuelto en villancicos y olor a castañas asadas y leña de encina quemada, viví intensamente.
PAZ Y BIEN