CANGAS DEL NARCEA.- La fiesta crece y las calles se llenan de “vendimiadores”
La celebración del Gran Capítulo de la Cofradía del Vino en el que se nombraron Cofrades de Honor a los presentadores de televisión Christian Gálvez y Alberto Rodríguez, junto a Antonio Virgili, director de RTPA, y a Enrique Cueto, presidente de la Cofradía del Orujo de Liébana., fue uno de los actos destacados en la celebración de la Fiesta dela Vendimia.
Ya el viernes, cangueses y forasteros se habían lanzado a la calle con entusiasmo dispuestos a probar cuantas marcas de vino fuese necesario en pos de un análisis profundo y efectivo del total de las cosechas anteriores de las que aún quedasen caldos. Encontrar lugar para cenar fue tarea casi imposible. Las raciones ofertadas en carpas y pabellones solucionaron sobradamente el problema.
La concejala Begoña Cueto señaló, que dado el número creciente de visitantes, para el próximo año se habilitarán aparcamiento, al igual que sucede en el Carmen. Nosotros apuntamos que quizá también sería necesario “descentralizar” un tanto los actos y sacarlos de le Calle Mayor, demasiado saturada frente a la soledad de otro cercanos lugares de la villa durante casi todo el día. La fiesta sigue creciendo y hay que mimarla pero, apunto, sin que pierda su esencia y origen con la incorporación de elementos que le son ajenos como ya sucede en El Carmen. La Hostelería tienen mucho que decir al respecto.
Y un año más el traslado y pisada de la uva gozó del general aprecio de todos. Al son de la jota que tocó la banda de gaitas de Corvera, los miembros de la peña La Castaña Eliseo Testa, Ovi Uría y los hermanos Hugo y Christian Fernández pisaron descalzos la uva dentro del pisón, ante la atenta mirada de centenares de curiosos que se dieron cita en el patio del Ayuntamiento .Unos 150 kilos de uva de la variedad albarín negro, vendimiada en la zona de las Barzaniellas y donada por la asociación de productores de vino de Cangas (Aprovican) a la fiesta, produjeron el primer mosto de la temporada que cofrades y autoridades probaron del cacho.
Se duplicó el número de asistentes a las catas ( sesenta personas) y aumenta la demanda, por lo que se aumentarán para el año que viene. A la denominada vendimia cultural asistieron unas 70 personas y al teatro 110, y 50 fueron los nuños que acudieron a la vendimia infantil.
Durante todo el sábado, las calles de la villa fueron un continuo hervidero, alegres, animadas y bulliciosas crearon un especial clima entre vecinos y forasteros y propiciaron numerosos encuentros entre quienes aquí residen y los que se encuentran en la emigración. Esta es también una característica de esta fiesta que en la tal crece mientras desciende en El Carmen fruto de la aglomeración exagerada que concentra.