CANGAS DEL NARCEA.- FOP: “No hay problema con la alimentación de los osos”
Hace pocos días nos hacíamos eco de la denuncia del FAPAS sobre la existencia de estos plantígrados con problemas de desnutrición.
Pues bien la Fundación Oso Pardo (FOP) ha rechazado que se pueda hablar de la existencia de un problema generalizado de desnutrición entre la población de plantígrados en la Cordillera Cantábrica, como alertó el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes.
En un comunicado, la Fundación ha mostrado sus discrepancias con la información dada por el FAPAS sobre la presencia durante el verano de osos pardos “desnutridos, en la Cordillera Cantábrica”. “En los seguimientos realizados este verano y otoño no hemos observado ningún ejemplar desnutrido y sí muchos osos en aparente buen estado físico”, subraya la Fundación.
Reconoce que la cosecha de cerezas y arándanos no ha sido tan abundante como en otros años, pero, apunta, que los osos han sido observados comiendo estos frutos, así como moras, arraclanes y, especialmente pudios, que constituyen un recurso muy importante en el final del verano.
Estudios de investigadores del CSIC publicados hace una década confirmaron la gran variabilidad interanual en los diferentes recursos alimenticios del oso pardo cantábrico y la importancia decreciente del arándano en la dieta, que va siendo sustituido progresivamente por otros frutos.
Por otra parte, explican, las evaluaciones realizadas en los bosques cantábricos confirman que este otoño va a haber una buena cosecha de hayucos, los frutos de las hayas, por lo que los osos dispondrán de un recurso importante y abundante para prepararse para la hibernación y los partos.
“De las fotos que presenta Fapas,solamente en un ejemplar joven se aprecian signos aparentes de desnutrición, lo que no es suficiente evidencia para hablar de un problema generalizado de falta de alimento. Tampoco se aporta ninguna otra evidencia contrastada científicamente para afirmar dicha opinión”, recalcan.
Aunque los osos disponen de muchos recursos variados, sobre todo frutos secos y frutos carnosos, añade que “sí es cierto que la existencia de carroñas en el campo es un aspecto positivo y que debe favorecerse la disposición de las carroñas de ganado en zonas especialmente habilitadas en el campo, tanto por su importancia para la alimentación del oso y de otras muchas especies de la fauna, como por la mayor facilidad para los ganaderos.
Por último la Fundación insiste en que este tipo de temas sean abordados “con rigor, con suficientes evidencias científicas y evitando polémicas estériles”.