CANGAS DEL NARCEA.- El escudo de los Llano o emigró o juega al escondite
Todo apunta a que la emigración no solo afecta a los más jóvenes del concejo, sino que también ha llegado ya a lo inmaterial y antiguo. Y decimos así creerlo por cuanto no creemos que nadie se lleve un escudo de piedra de una pared para venderlo el Fontán ovetense.
Según cuentan, y de ello se hace eco el Tous pa Tous en su página web, hace unas semanas, y a plena luz del día, dos trabajadores retiraban de la fachada del semi destruido Hotel Truita, el escudo de los Llano, con las armas de los Queipo de Llano y Flórez. Este escudo procedía del palacio que esta familia tenía en Ambasaguas. Es del siglo XVIII y se trasladó a fines de los años cincuenta del siglo pasado al hotel.
Según ha asegurado el alcalde de Cangas del Narcea, José Víctor Rodríguez, la retirada de este emblema ha sido sin permiso y ha abierto un expediente para investigar la retirada del escudo. La pieza es del siglo XVIII y a finales de los años cincuenta se trasladó al hotel Truita, levantado en la calle Uría de la capital canguesa y obra del reconocido arquitecto José Gómez del Collado.
Desde entonces el escudo había permanecido en la fachada lateral del hotel, que da a la calle Diz Tirado. Allí continuó después del importante incendio que el edificio sufrió en 2001 y que destruyó todo el interior. Y también continuó en ese lugar después de que el inmueble fuese adquirido por una empresa constructora local hace ahora cuatro años.
Un cangués relacionado con el mundo del Derecho me apunta que lo más lógico es que el escudo entrase con el edificio en el total de la compra y por tanto es propiedad de los adquirientes, “ya que no es muy probable que en el contrato figure una cláusula que señale que el escudo no entra en el total de la adquisición del inmueble”. Tampoco lo es “que figure como bien de interés regional o local, con lo cual su recuperación va a depender de la buena voluntad de los compradores del edificio o de que alguien proceda a su adquisición”. Pleito por medio, como es lógico por estos lares en tales circunstancias.