CANGAS DEL NARCEA.- La foto y su pie: Villabol
- ¡Chicos, chicos!, dejad que las mujeres se acerquen a mi
Para la mayoría de folixeros y folixeras que ya han dejado atrás los cincuenta, la figura de Villabol, como ocurre con algunas otras, va ligada a los festejos cangueses en general y al Carmen en particular. Su enorme bigote y su figura bamboleante, por mor de una cojera, era algo consustancial a la juerga o, quizás, el mismo era la juerga. Soltero empedernido fue eje central de múltiples y desternillantes anécdotas como la de la puesta del Arbolón en Madrid que escribimos en estas mismas páginas no ha muchos meses.
Tenía una tienda en Madrid que regentaba a su manera con horarios peculiares y un especial ayudante, “un indio de la India” que regentaba la tienda de al lado.
Antenista de unos cuantos conventos de Madrid también guardaba de ello un montón de sucedidos que contaba con especial gracia en las mesas del Blanco, el Chicote o el Sotero.
Sirvan estas líneas como especial homenaje a su figura.