CANGAS DEL NARCEA.-Formándose en el manejo de la pólvora: Cientos de niños aprenden a manejar los voladores
(Foto:Un niño en la máquina. MERA)
Detrás de cada Descarga canguesa y de cada explosión de pólvora que a lo largo de los días 14 al 16 de julio se celebran en Cangas del Narcea se esconden lentos aprendizajes, prácticas múltiples y sobre todo un continuo machacar sobre los esenciales elementos de seguridad que el manejo de la pólvora conlleva. “La pólvora es siempre, siempre muy peligrosa. No hay que tener miedo, pero sí mucho respeto”.
Pablo Fernández, que fue presidente de Artesanos, pirotécnico y descendiente de una saga de pirotécnicos, repetía esta idea una y otra vez a los cientos de niños, todos menores de 14 años, que acompañados de sus padres se concentraron en la explanada de la Himera en un Curso Infantil para aprender a tirar voladores y montar las máquinas de la Descarga.
Serios, concentrados y algunos muy nerviosos, atendían las indicaciones que les daban miembros de la Sociedad de Artesanos y de diversas Peñas de la Pólvora, mujeres incluidas, que ejercían de monitores.
Primero tiraban a mano, modalidad que conforma la esencia de la Descarga y de las tiradas de las peñas o incluso de cierre explosivo de cualquier acontecimiento destacado.
-Adelanta un poco el pie izquierdo, extiende el brazo con el volador… súbelo un poco, ahora enciende… despacio… despacio..
El pequeño volador, sin bomba explosiva, tan solo con la pequeña carretilla de arranque chisporrotea. Aguanta… aguanta… espera que arranque él solo.., aconseja convincente Tejón. Algunos lo hacen, otros lo sueltan y saltan hacia atrás. Poco a poco se van serenando y entendiendo la mecánica. Las chicas se muestran incluso “más intrépidas”, y lanzan con pasmosa seguridad. Miran al cielo y aplauden.
Otro grupo coloca los voladores en unas pequeñas máquinas copia de las originales que se instalan en el Prao del Molín. Los voladores tienen una pequeña bomba, arrancan silbando y estallan arriba. Están ya colocados en la máquina.
-Acerca la mecha, la enciendes y bajas la mano con la mecha siempre hacia afuera
Hay cola. Serios y disciplinados se van acercando y atendiendo explicaciones y normas.
-Respeto, siempre mucho respeto a los voladores, repiten los peñistas, atentos, cariñosos, comprensivos y, me temo, que disfrutando ellos tanto o más que los propios niños.
El futuro de la Descarga, de la capacidad y destreza de tiradores y apurridores está asegurado.