CANGAS DEL NARCEA.- Entre la prima y el bordón
Artículo escrito por José Luis R. Mera para el programa de fiestas de 1.982
Ha quedado el tiempo detenido entre la prima y el bordón. Caras bonitas y alegres nos hablan desde el ayer de un Cangas a la vez quieto y en marcha como el agua del poeta. Pero no es reversible el tiempo: La púa quedó prendida en el último trino y bandurrias, guitarras y laudes duermen en arcones y desvanes un sueño de años olvidado.
¡Si pudieran volver a sonar!
Y Julia y Valentina; y Pepita y Menchu, sueñan desde la madurez del tiempo pasado que la Rondalla no murió. Y Loreto y Aura; Fina e Isabel; Luisa y Adela… todas; la oyen viva por el Corral, el Paseo, la Fuente y el Cascarín, por el Cangas de ayer y hoy…
¡Si pudieran volverá sonar!
Y la mente vuelve atrás en el tiempo buscando razones. Y un por qué de impotencia oprime los pechos dolidos de los amantes del arte: Han pasado muchos años…muchos. Y la Rondalla, al igual que la Banda Municipal, han ido dejando prendidas de los meses y los días retazos de vida e ilusión.
¿Por qué no será reversible el tiempo?
¡Si pudieran volver a sonar!
Mas no ha de perderse en cizaña simiente fecunda que granó en tales vientres. Aún circula pujante la sangre canguesa de la ilusión, la fe y el amor musical. Aún quedan los hijos, y los hijos de los hijos, que pueden, en esplendoroso renacer, llevar a Cangas al nivel musical que estas mujeres y aquello hombres de D. Lorenzo Menéndez la llevaron.
¡Jóvenes cangueses!. Si vosotros queréis, pueden volver a sonar.