NARCEA/BERZOCANA.- La autocensura ante lo políticamente correcto: hacia la desaparición de los humoristas
La psicosis de lo políticamente correcto nos está llevando a tremendos absurdos y a la total desnaturalización del Lenguaje amén de haber ya logrado la aparición de una autocensura que está dejando pequeña a la de la época franquista y que está encontrando caldo de cultivo especialmente en el humor. Siempre hay alguien que se ofende por cualquier nimiedad y enseguida busca apoyos en la red para demonizar a este o aquel por un comentario en el que solo ve maldad el susceptible escuchante que no distingue que la maldad está en su cerebro y no en las palabras el otro.
En esta situación no sería posible la existencia de humoristas de la talla de Cassen, Tip y Col, Martes y Trece, Gila y tantos otros. Siempre aparecería un colectivo que se sintiese ofendido y más que de actuación en actuación andarían de juzgado en juzgado.
La aparición de populismo de izquierdas y de derechas aquí y allá no son sino reacciones de la gente de a pie contra la dictadura de lo políticamente correcto y el uso y abuso de normas y más normas y de protocolos y más protocolos que ahogan iniciativas y cercan la libertad individual buscando ahogarla.
Y es ese férreo marcaje al lenguaje, esa autocensura que nosotros mismos nos creamos para evitarnos que nos tilden de esto o aquello, lo que nos obliga a callar ante hechos tan palpables y notorios.
A cualquier manifestación acuden con la bandera que llaman republicana, y que solo lo es de le segunda, y “los correctos” y tertulianos que se autodefinen como progresistas, lo ven como normal y en el contexto de la libertad de expresión, más se enervan y vociferan si algún grupo lo hace con la española anterior a la Constitución, cuando tan ilegal es la una como la otra.
Vemos que en cualquier manifestación de protesta de cualquier país prolifera la bandera de ese país, aquí lo hacen cuantas sean contraías a la Ley o sentimientos de la mayoría ya sean republicana, estelada o independentista vasca; la constitucional se esconde, no es políticamente correcta su presencia.