CANGAS DEL NARCEA.- La foto y su pie: Dejando correr el tiempo
Ante la ventana se intuye el calorcín creado artificialmente que aísla al observador, dejado caer su cuerpo en la butaca, del frío mañanero que se intuye más allá de los cristales.
Los vehículos plasman la quietud del momento ayuna de presencia humana alguna. Hacia la izquierda, los edificios parecen subirse unos sobre otros empequeñeciéndose en la distancia hasta perderse en verdes que sellan el carácter agrícola y ganadero de la villa.
Ante la ventana, un hombre, o una mujer, se arrebuja en una ligera manta y dejar correr el tiempo