CANGAS DEL NARCEA.- La foto y su pie: frutos tardíos
Impertérritos al frío, el viento y la lluvia, los frutos se agarraron al árbol viendo pasar las aguas del Luiña durante el otoño y el invierno. Y lo hicieron viendo el correr de las aguas quizás nostálgicos de otros tiempos en los que el agricultor acudía puntual a su recogida. Apuntando ya una nueva primavera de yemas prometedoras, los frutos se agarran con fuerza a las ramas desnudas. Ha pasado casi un año y no llamaron la atención ni siquiera a los niños