CANGAS DEL NARCEA.- Piden 22 años de cárcel para un cangués acusado de abuso de dos menores y que se hacía pasar por pastor evangélico
Un hombre, natural de este concejo de Cangas del Narcea, se ha convertido en negativo protagonista de la actualidad regional al pedir la Fiscalía sea condenado a 22 años de cárcel acusado de abusar de dos niñas menores en Villaviciosa, dejando a una de ellas embarazada.
El acusado se hacía pasar por pastor de la iglesia Evangélica cosa que el Consejo Evangélico de Asturias (CEDPA) ha negado en un comunicado desvinculándose por completo del pastor acusado. El CEDPA garantiza que el hombre acusado “no es miembro de ninguna Iglesia evangélica en Asturias ni mucho menos ordenado pastor”. Al menos así es en relación a todas las comunidades englobadas en este consejo, que pertenece a la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE).
La Fiscalía da por probado que el acusado ejercía de “pastor evangélico” y que “se valió de su cargo” para cometer los terribles episodios de abusos con las niñas, que empezaron cuando éstas tenían 8 y 14 años. Sin embargo, el CEDPA advierte que “nadie tiene el monopolio del uso del término evangélico” y matiza: “pero sí hay entidades que reconocen y avalan a las iglesias y pastores evangélicos en una relación fraternal, y de forma consensuada y legal, como es este CEDPA o la FEREDE”.
El Consejo Evangélico asturiano señala que “es importante la opinión y el respaldo o reconocimiento de estas entidades para evitar el uso fraudulento o injustificado del término evangélico; un aval que no existe ni puede existir en el caso de este autodenominado ‘pastor evangélico’; más bien al contrario”. Por ello, el CEDPA afirma que “este caso se trata sin ninguna duda para nosotros de un falso pastor evangélico que se autoproclama a sí mismo como tal sin ningún fundamento”.
Asimismo, la entidad religiosa que aglutina a iglesias evangélicas asturianas manifiesta su “dolor y total solidaridad con quienes sufren cualquier tipo de abuso espiritual, incluyendo el abuso sexual”. Y agrega: “Ante estas situaciones sólo cabe la denuncia y, en caso de comprobarse los hechos, la condena que merezcan. Nuestra postura ética es firme en este sentido, y condenamos de forma absoluta este tipo de práctica, sea quien sea quien la cometa, incluso si se tratase de un verdadero pastor evangélico”.