NARCEA/BERZOCANA.- Si quiere saber lo que pasa apague la tele y lea las páginas de economía
No ha mucho tiempo, atravesando otra crisis similar a la de ahora, y como quiera que el escribidor no entendía muy bien lo que pasaba, ni las causas y efectos derivados de cada acto político, preguntó a uno de los entonces redactores jefe de la Voz de Asturias.
-Mira Mera, me dijo, si quieres enterarte un poco, utiliza la tele solo para ver películas, y para enterarte como va la política lee únicamente las páginas salmón de los periódicos.(Era el color de las páginas de economía y finanzas)
Me acuerdo de ello por cuanto me hallo en igual o peor situación y con peores políticos. Cada uno te vende su burra y te anuncia una serie de mejoras y privilegios que te hacen los ojos chiribitas de lo bien que nos va a ir prácticamente sin dar ni golpe. Y las teles pues igualmente, cada una con los suyos y dando cancha a quien más les interesa en cada caso, aunque sean de capital italiano. Y el personal… pues según la tele que vea, cree. Lo de leer y discernir, pues más bien no. Yo con los míos y amén, concluyen.
El caso es que ante las promesa de unos y otro de cara a presidir el gobierno me he ido a las citadas páginas y me encuentro con que, para por si acaso, las empresas han tomado la delantera y se han puesto a “reestructurar sus plantillas”, lo que traducido significa hacerlas adelgazar de personal.
En solo dos meses, explican, la extinción de contratos vía ERE (o sea despidos) ha significado el 40% de todas las que hubo hasta las elecciones.
Entre enero y noviembre del pasado año, los diez ERES planteados por empresas de más de 250 trabajadores afectaron a más de 6.400 trabajadores. Y desde noviembre al día de hoy afectan a más de 2.500. Citemos por ejemplo a Iberia, Indra, Caixabank, Eulen o Repsol. Y anunciados aparecen más despidos en Delphi, Orange, Abertis, Bimbo, Sacyr, EVO y algunos más.
Pues eso: si quiere enterarse de cómo van las negociaciones apague la tele y lea las páginas de economía y finanzas. Las empresas, sobre todo las grandes, van siempre delante y, por lo visto y leído, no se fían en absoluto de lo que se les viene encima.