CANGAS DEL NARCEA.- Propiedad privada
No seremos nosotros quienes abominenemos del concepto de lo privado en cualquiera de sus líneas o acepciones. No. Sí queremos retratar en unas pinceladas como la exagera repetición del concepto, aún incluso en su verdad, puede llegar a ser irritante o incluso rozar lo insultante si termina convirtiéndose en un obscena ostentación.
Viene a cuento este pequeño exordio a raíz de la aparición de numerosos carteles en los que se repite una y otra vez: “Propiedad privada”, “Prohibido el paso, propiedad privada”, en múltiples tamaños y formas.
Estos indicadores alcanzan su plenitud en la zona más cercana a Fuentes del Narcea y entre las localidades de Gedrez y Monasterio de Hermo aunque no son ajenos a otros lugares del concejo. Llama la atención su proliferación especialmente en la entrada de caminos, en algunos casos anchos y delimitados incluso por paredes, al inicio de los cuales el dichoso cartel conmina al caminante a volver sobre sus pasos.
¿Cómo es posible que estos caminos utilizados desde que la memoria se pierde en el tiempo y que hasta hace dos días tenían un carácter de uso público hayan pasado a ser todos de propiedad privada?. Esto se pregunta el montañero, y yo, y el caminante que deja que sus pasos le lleven sin ataduras de regato en río y de camino en monte sin ningún otro condicionante. Lo curioso del caso es que rumores y cotilleos apuntan hacia Madrid, hacia un despacho interesado, como “apuntador” o “señalador” de esta corriente.
¿Podemos decir que los vecinos de estos pueblos son terratenientes?
Terrateniente: Dueño de tierra o hacienda; hacendado, latifundista
Latifundista: Propietario de uno o varios latifundios.
Latifundio: gran propiedad agrícola explotada extensivamente
Visto así, y si lo que indican los carteles se atiene a la realidad, ¿a cuánto asciende los impuestos que pagan los vecinos de estos pueblos, con casa, montes y prados, sobre todo si se tienen en cuenta lo que paga un piso, y no digamos piso y jardincito?.
Pues pese a tantas propiedades aún hay malévolos que señalan que piden subvenciones a esta o aquella Consejería o a aquel o cual organismo.¿ A que usted, amigo lector, tampoco se cree esto?. Si es que hay gente muy mala.
Así pues, sea turista, caminante, o simple paseante de las zonas rurales que definen y prestigian a nuestra Asturias y a nuestro concejo cangués, déjese llevar por los caminos hacia los que sus pies le dirijan y cierre los ojos ante tanto cartel. No habrá tantos guardas privados, si es que hay alguno, para denunciarles en todos y cada uno de ellos.