NARCEA/BERZOCANA.- Mientras los políticos cambalachean, las pensiones se tambalean
Mientras que el edificio de la Carrera de San Jerónimo se convierte en Patio de Monipodio y cómicos de aquí y de allá, y de antes y ahora, muestran sus dudosas cualidades en el arte de la interpretación y el engaño (hoy llamado postureo) con tratos y cambalaches debidamente envueltos en el papel de celofán del lenguaje políticamente correcto, huero y sin soporte, la dura realidad sigue su negativo camino.
Y así, mientras determinados políticos intentan llevarnos del ronzal a la “plurinacionalidad”, nos enteramos que tan solo cuatro autonomías: Baleares, Canarias, Madrid y Murcia podrían pagar a sus pensionistas con sus cotizaciones. Según el Ministerio de Empleo, en agosto había 19,02 millones de afiliados por 8,4 millones de pensionistas, lo que sitúa el coeficiente en 2,25. Pero si se cuentan sólo los realmente ocupados -Empleo cuenta los parados que cotizan- la cifra se reduce a 16,98 millones y el número total de pensiones (más de 9 millones), el ratio ya baja a 1,75.
Y, ¡agárrense!, Asturias se encuentra, junto a Castilla y León y Galicia en la peor de las condiciones con las peores ratios de afiliados por pensionista. El envejecimiento de la población, aquí más acusado que en el resto de España, y el paro galopante especialmente en las alas de la región, nos han llevado a esta situación. El Principado tiene casi el mismo número de cotizantes que de pensionistas, al registrar un nivel inferior a 1,25. Muy cerca, y también por debajo de esta barrera, está Galicia. En el caso de Asturias, el bajo coeficiente se debe también en gran medida al número de pensionistas acogidos al régimen del carbón, cuya edad de jubilación es mucho menor a la media, mientras que en Galicia, el envejecimiento de la población es la clave de este nivel. Otras dos comunidades muy envejecidas, Castilla y León y Cantabria, tampoco alcanzarían a tener a 1,5 ocupados por cada perceptor de una pensión.