CANGAS /TINEO. José Ramón García, nuevo secretario general de UCA
La Unión de Campesinos Asturianos celebró en Oviedo su XI Congreso en el que, además de establecer las líneas estratégicas de la organización para los próximos cuatros años, se procedió a renovar la comisión ejecutiva regional.
Resultó elegido secretario general José Ramón García, ganadero tinetense, que sustituye al cangués Joaquín López Fernández, quien continuará en el equipo como secretario ejecutivo. Saturnino Rodríguez es vicesecretario general, Antonio A. López secretario de Organización, Fernando González secretario de Coordinación y desarrollo rural y Florentina T. Tuñón se hará cargo de la secretaría de Igualdad y política social. Como secretarios ejecutivos forman también parte de la comisión ejecutiva Remedios Menéndez, Arturo Gancedo, Ana Rosa Rozada, Amalio Fernández, Edita González, Ana María Álvarez, Rosa María Nicieza y José Calvo, que regresa al sindicalismo activo.
José Ramón García Alba, ya ha adelantado las principales demandas que trasladará a la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales. Entre las prioridades del sindicato figurará, en un primer término, un cambio en la legislación sobre incendios para evitar que las sanciones continúen. “Lo reivindicaremos con fuerza”, ha asegurado.
En declaraciones a los medios, García Alba ha explicado además que trasladarán a la consejera María Jesús Alvarez los problemas relativos a la falta de superficie ganadera o los concernientes a la presencia de animales salvajes en los pastos y el saneamiento de las explotaciones.
Sobre este último punto, el recién nombrado secretario general ha advertido de la presencia de “algunos veterinarios” que están “sacando muchos positivos”. “No sabemos si es porque están enfrentados con la administración o qué, pero tienen que dar explicaciones”, ha subrayado.
A la celebración del congreso han acudido la consejera asturiana del ramo y el secretario general de UPA a nivel nacional, Lorenzo Ramos. Durante su intervención, Ramos se ha mostrado especialmente crítico con el acuerdo lácteo firmado en septiembre entre el Ministerio de Agricultura y la industria láctea, en el que ni Coag ni UPA estuvieron presentes.
“El problema está en que no nos fiamos de la industria”, ha defendido, al tiempo que ha asegurado que, a día de hoy, el “acuerdo de la corbata” no ha beneficiado a los ganaderos. A su juicio para que fuese positivo debería realizarse un estudio de la cadena de valores en el que se observe cuáles
son los costes de producción del ganadero, cuánto tiene que percibir para que no pierda dinero, cuánto tiene que cobrar la industria y a cuánto tiene que venderse al consumidor.
Sobre el reparto de ayudas de la Unión Europea para el sector lácteo –a España se le concedieron 25,5 millones de euros–, Ramos ha reconocido que, si bien es necesario ayudar a los ganaderos que han sufrido con más virulencia la crisis, estas ayudas no deberían destinarse a “aquellos que lo hacen mal”. “Habrá que darle muchas vueltas, pero cuando haya disponibilidad de fondos habrá que defender a los que lo hayan pasado mal”, ha dicho.
