BERZOCANA.- La foto y su pie: Olivos
Lloran los olivos promesas de almazaras rebosantes. La niebla acaricia sus ramas diluyendo límites, envolviendo hojas y fruto, escondiendo futuros. La mañana se deja venir entre silencios. Más allá, otros olivos cargados de frutos lloran añoranzas de cuidados y recogidas olvidadas. Cual otra niebla, mucho más densa, el olvido los va envolviendo en la nada. Monte arriba suenan esquilas escondidas.