BERZOCANA/NARCEA.- A vueltas con San Cosme y la abstinencia
Pues la verdad es que sí. En Solana, el día de San Cosme ha sido siempre el 27 de septiembre. Aún recuerdo el dicho que se establecía al respecto: “San Cosme, San Cosmino, San Miguel y San Miguelino”. Y como San Miguel era y sigue siendo el día 29, el cálculo estaba claro.
Como dice al inicio de mi publicado relato “Hoy es San Cosme”, en la mañana del día 26, el locutor anunció que era el día de San Cosme. Al comenzar a escribir me di cuenta que no era 27 y me fui al santoral
-Día 26, festividad de lo santos Cosme y Damián, Amancio, Cipriano y Nilo
-Día 27, de los santos Vicente de Paul, Adolfo, Florentino y Marcos
Estaba claro, la Iglesia había cambiado la festividad de San Cosme del 27 al 26. Ello no implica que en Solana lo hayan aceptado pues siguen celebrando esa festividad el citado día 27. Y tampoco que mis recuerdos aflorasen el día 26 de la mano del citado locutor y entre las nieblas asturianas.
A principios del siglo V, se levantaron en Cosntantinopla dos grandes iglesias en honor de los mártires Cosmen y Damián. La basílica que el Papa Félix (526-530) erigió en honor de Cosme y Damián en el Foro Romano fue dedicada posiblemente el 27 de septiembre. Ese día se celebró la fiesta de Cosme y Damián hasta su traslado al 26 de septiembre en el nuevo calendario. Así pues, todo aclarado.
Fueron dos hermanos médicos cristianos, célebres por su habilidad en el ejercicio de su profesión y por su costumbre de prestar servicios desinteresadamente. Los dos hermanos fueron torturados, quemados vivos y, como sobrevivieron, fueron decapitados por orden de Diocleciano hacia el año 300 d. C.
Quedaron sepultados en Cirrhus (Ciro), en la hoy torturada Siria, ciudad esta que llegó a ser el centro principal de su culto, donde se erigió asimismo una basílica en su honor. Posteriormente, su culto pasó a Roma y, más tarde, se propagó por toda la Iglesia. Capillas, iglesias y otros recintos religiosos dedicados a los patrones de la medicina y la cirugía se encuentran repartidos por todo el orbe cristiano.
Y al hilo del relato permitidme que os cuente las fatigas argumentales que hube de pasar para convencer a un amigo de este municipio asturiano de Cangas del Narcea que en Solana el día de la fiesta patronal del pueblo es día de abstinencia. Ya saben “abstenerse de comer carne o caldo de carne en los días en que la Iglesia así lo ordene”
-Eres un cachondo Mera, eso no se lo creen ni los niño de teta
Argumentaba de una y otra manera. Recurrí a la leyenda de mi niñez en que nos contaban de la peste que arrasó a la población y de la que únicamente se salvó Ana. Solo-Ana, que al perder la “o” intervocálica dio Solana.
-Fue una promesa que hicieron los descendientes de aquella mujer en acción de gracias por la intersección de San Cosme que había sido médico de profesión, repetía yo insistiendo también en el carácter de leyenda que daba a mi argumento. Imposible.
-Todo lo que tu quieras, pero ya me dirás que coño se hace en una fiesta si no se puede comer pierna de cordero, arroz con pito (pollo) carne guisada con una buenas pataquinas, de esas pequeñas, y unas buenas entradas de chorizo, jamón, chosco, lomo, lacón… ¿ y qué coño cenan?
-Mira: a mediodía comen un gran potaje de garbanzos con bacalao y romanzas o, en su defecto, espinacas, que está riquísimo, seguido de una gran tortilla de patatas jugosa y gorda, canchúa dicen mis paisanos y, como los postres no rompen la abstinencia, pues abundantes dulces de postre.
-¿Pero qué carajo de comida es esa de un pote de garbanzos y bacalao?. A la hora de los cubas pasarán una fame del carajo.
Mi interlocutor insistía una y otra vez el lo de la “fame” que habrían de pasar los solaniegos en su fiesta
-¿Y los invitados?. ¿Qué dicen los invitados?
– Pues nada. Cumplen fielmente la abstinencia y efectúan múltiples alabanzas al potaje, potaje, doy fe, que suele estar buenísimo. ¡Y no digamos la tortilla!.
En cuanto a la cena… pues es todo cuestión de esperar a que sean las doce de la noche y como ya se ha cambiado de día pues ¡ya se puede cenar carne!. Y así se hace.
– ¿ Y hay que estar sin cenar hasta las doce?. La vedad Mera en que en esto de las comidas los extremeños sois muy raros y esos de Solana que tu cuentas más. Mira que no comer carne el día de la fiesta. A mí que no me esperen por allí. Anda, te invito a un vino.
Muy bien amigo “Lutrera” ( de José Luis de Utrera). Me gusta mucho leerte, me traes escelentes recuerdos de la niñez, Esta vez te lo has “currao” mucho. No sé si el nombre de Solana viene de ” sola Ana”, como nos decían de niños o, sencilllamente de solana, lugar muy soleado por estar orientado al oeste, como los “RESOLANOS” que teniamos en nuestro pueblo. En estos resolanos se juntaban las mujeres por la tarde a coser y charlar. Imagino que el resolano de tus vecinas de “LA CORTE” estaría donde hoy está el cuartel. El de mis vecinas estaba en la fachada de la casa de tío Celestino, al final de la calle León. Allí se juntaban tía Ana, la madre de Miguel Chori, tía Trini y tía Luz, las de Pajarino,la Trini, Cipri, la Cachana, etc, mi madre, etc, etc.