CANGAS DEL NARCEA.- Fiesta de la Vendimia: todo a punto para el fin de semana
A partir de mañana, viernes, Cangas del Narcea celebra un año más las Fiestas de la Vendimia. Un acontecimiento que comenzó no ha muchos años siendo una fiesta local y ha adquirido ya categoría y rango provincial hasta el punto que para este año se presume a acudirán a la misma unos diez mil visitantes. Declarada de Interés Turístico Regional en 2012, aspira a tener carácter nacional
Cangas celebra la vendimia como apuesta por el “renacer de un vino abandonado y denostado y la lucha por ponerlo en el mercado y venderlo”, recordó el la presentación de la fiesta el presidente del Consejo regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP), Juan Manuel Redondo Losada. Según Redondo, “setenta viticultores y cuarenta hectáreas de viñedo en la comarca del suroccidente asturiano son la base de este producto que aspira a crecer y seguir apostando por un vino que, como el de este año, se espera de buena calidad gracias a una climatología que acompaña a la maduración de la uva”.
Estos vinos del suroccidente asturiano podrán ser degustados este fin de semana en esta fiesta que volverá a llenar Cangas del Narcea, una localidad que celebra “con pólvora y vino” el acontecimiento, según destacó el alcalde José Víctor Rodríguez que recordó cómo ha crecido la fiesta, “un mérito de todos, de los organizadores, hosteleros y agricultores, pero también de los vecinos que la acogen como si fuera nuestro Carmen”. El regidor confió en recibir 10.000 visitantes que se sumarán a los 14.000 cangueses que se darán cita durante tres días en la villa.
“Cangas se va a convertir en la capital de la vendimia”, subrayó la consejera de Desarrollo Rural, María Jesús Álvarez. Mencionó el origen de las viñas, de la mano de los monjes benedictinos del Monasterio de Corias, para hablar de un cultivo “en una tierra singular con un clima singular” y de una “viticultura heroica”; pero también de la innovación y de lo que queda por crecer a un sector que debe mirarse “no en kilos ni en litros”, sino “de dónde partía y dónde llegó”, que genera actividad económica y, por tanto, asienta población. Alabó el esfuerzo de hosteleros y viticultores por “tejer redes” con las que impulsar su producto y “crecer de forma ordenada”.
Este año, la Junta Local de Hostelería ha concedido su Cepa de Oro al arquitecto Emilio Llano por su trayectoria y una distinción al viticultor Antonio Celedonio Martínez Linde, que tiene espacio para los niños con una vendimia infantil en el Museo del Vino que amplía horario y permite la entrada gratuita, y para la cultura.
Este año añade un apartado cultural, el domingo en la Casa de Cultura Palacio de Omaña, con la proyección de dos documentales. El primero, ‘Comunicación sobre El Cachu’ (el cuenco de madera donde es típico beber el vino), estará comentado por Joaquín Rodríguez, e irá acompañado por la conferencia de Antonio Menéndez. El segundo lleva el título de ‘Química y vino’. En este caso, el profesor de cata de vinos y técnico de Enología Pablo Sampedro será en encargado de profundizar en la ciencia vinícola. Un programa pensado para todo.
El programa
La celebración, declarada de interés turístico regional, cumple su decimocuarta edición y lo hará con cuatro días de fiesta. Mañana, viernes 9 de octubre, será el momento de su inauguración oficial en el patio del Ayuntamiento con la entrega de la “Cepa de Oro” de la Junta Local de Hostelería al arquitecto Manuel Emilio Llano. En el mismo acto se entregará una distinción especial por su trayectoria como viticultor a Antonio Celedonio Martínez. El sábado será la Cofradía del Vino una de las protagonistas del día con la celebración de su XII Gran Capítulo, en el que nombrarán a nuevos cofrades y como Cofrades de Honor a Olga Flórez, directora de programas de Telecinco; Manuel Villanueva de Castro, director general de contenidos de Mediaset, y Manuel Rojo, presidente de la Cofradía de la Ribera Sacra. El mismo día, por la tarde, se vivirá el punto álgido de la celebración de la Vendimia con la representación de la pisada tradicional de uva. Todo ello acompañado por un mercado de productos artesanos y de degustación y venta de vinos por las calles canguesas.