NARCEA/BERZOCANA.- Primer milagro ( o milagrillo) en Cangas de Juan XXIII
Maribel ha sido bendecida con el primer milagro ( o milagrillo) habido entre Larna y la villa canguesa. Según ella misma declaraba, la intercesión del nuevo santo fue determinante para encontrar su lentilla.
La citada se le cayó en Larna, en casa Guerrero, cuando procedía a recolocarla. Toda la familia se puso manos a la obra. Se analizaron y barajaron todas las posibilidades. La lentilla no aparecía. Puertas abiertas, luz de sol, linternas para los rincones, todo se removió en torno al espejo ante el cual se produjo la catástrofe. No aparecía. Maribel revisó sus ropas, su bolso, los bolsillos…nada.
Al fin, y dada la hora, decidió dejarlo y regresar a Cangas.
Durante el camino no dejaba de dar vueltas a la pérdida. Vuelta a la ropa y al bolso… nada
Llegada casa se desnudó y revisó todas las ropas, los pliegues, las costuras… nada. Vació el bolso…. nada. En el fondo del bolso había pipas y objetos y objetillos no identificables. Le sacudió en la piedra de mármol del fregadero… nada. Ni rastro de la lentilla.
Cuando va retirar el bolso y abandonar tan ímproba tarea dando ya por perdida la dichosa lentilla, ve brillar algo en un extremo de la piedra, casi al borde. Mira incrédula:
-¡No puede ser!, se dice.
Se acerca con cuidado, casi con miedo. Alarga el dedo muy cuidadosamente y…. allí está. La coge con delicadeza y procede a su limpieza para colocársela.
Es la lentilla. Ha viajado desde Larna hasta Cangas sabe Dios dónde. El caso es que cuando todo se daba ya por perdido, misteriosamente aparece la dichosa lentilla.
¿Cómo viajó? ¿Dónde quedó adherida tras vaciar el bolso en Larna?
No hay explicación lógica. De ahí que Maribel lo atribuya a un milagro, no muy importante, eso sí, pero milagro, de Juan XXIII. Ella así lo afirma.