No diga dinero negro, es racista; o de cómo ser progre en una sola lección
Los encargados de la cosa, los que deciden, están dispuestos a seguir cambiando la sociedad a base de vaciar de contenido las palabras o cambiarlas por otras vacuas, inanes y, eso sí, políticamente correctas. En este caso, la herencia del buenismo zapateril es visible y sigue en aumento.
Dentro de muy pocas fechas saldrá una norma, decreto o lo que proceda, instando al personal a que no utilice la expresión “ dinero negro” ya que puede tener tintes racistas. Prohibido, peligroso. Se deberá decir “dinero sucio”. Pues mire usted: para ponerse a mear y no echar gota.
Y les digo la última cetrinez lingüística que ha llegado a mis manos sacada de un reglamento privado. Dice: “Los socios y las socias elegirán a los consejeros o consejeras y estos y estas, de entre ellos y entre ellas, al presidente o la presidenta”. Ahí queda eso y sigo sin poder mear.
Y ya saben: no pueden decir futbolistas porque es sexista, debe decir personas que juegan al fútbol. Ni nuestros hijos, sino nuestra infancia; ni actor, sino persona que actúa; ni parado, sino persona sin trabajo y así podríamos hacer una larga lista de imbecilidades correctas que, para mantener sus puestos se sacan de la manga paniaguados de pesebre de cientos de organismos que, salvo para estas memeces, no sirven absolutamente para nada
Y ya puestos déjenme que les dé unas ligeras normas de cómo deben utilizar el lenguaje de forma correcta y adecuada, al más puro estilo zapateril progresista, todo políticamente correcto y de acuerdo con las normas del tertulianés, (que utilizan los tertulianos), al decir del periodista Antonio Burgos.
No dirá hablar, sino verbalizar. En lugar de explico, dirá contextualizo. No utilizará ver, sino visualizar o visibilizar. En lugar de oír usará audicionar y no culpará a nadie sino que culpabilizará. Y ya sabe:la crisis no existe, estamos atravesando una especial coyuntura económica
Si quiere ser un progre como mandan los más puros cánones, no dirá nunca hoy, sino al día de hoy. Repetirá sin parar: Dicho lo cual y como no podía ser de otra manera. Así mismo enfatizará al repetir abundantemente puesto negro sobre blanco.
En lugar de preguntar, interrogacionará y en lugar de afirmo dirá afirmativizo. Así mismo utilizará abundantemente priorizar y objetivizar y culpabilizar por culpar y no procederá a impartir concepto alguno, sino que efectuará una impartición. Y no seguiré abundando pues estoy ya al borde de escribir alguna gilipollización.
La crisis no existe, estamos atravesando una coyuntura económica