NARCEA/BERZOCANA.- Me encuentro meditando… y cabreando.
Sábado Día 23. Tenía una papeleta en mi mano y la hacía girar hacia uno y otro lado. Periódicos y emisoras me dicen que es día de meditación; que he de analizar una y otra vez las propuestas de los partidos políticos para decidir “responsablemente” que voto depositaré en la urna.
Medito. He leído unos y otros programas, aunque no todos, y la verdad es que, meditando y todo, no veo propuesta definitiva que los defina y deslinde, que haga que me decante por una u otra opción. Prometen a raudales mejoras y más mejoras. Para las villas, para las aldeas, para las ciudades, para los vecinos, para las personas, para Asturias entera. Todo muy igual, muy repetitivo y con un eco engañoso producto de haber leído lo mismo en unas y otras campañas anteriores.
Medito de nuevo.¡Ya lo tengo!. Como todos prometen prácticamente lo mismo, miraré la forma en que plantean desarrollarlo, hacerlo realidad.
Suelto la papeleta y cojo un programa. Que raro. Lo miro por uno y otro lado, nada. Haremos… haremos… iniciaremos…pondremos… construiremos…. pero nada de cómo se hará, se iniciará o se construirá cada cosa.
¡Si seré burro!. Eso es cosa de los técnicos y lo mirarán y programarán cuando llegue el momento. A meditar de nuevo.
Ahora sí. Ya está. Miraré como se va a financiar cada propuesta y así decidiré la dirección de mi voto. Miro. Remiro. Vuelvo a mirar. Nada. Haremos… haremos… iniciaremos…pondremos… construiremos… pero nada de la financiación, nada de la forma en que se recaudará el dinero para cumplir tanta y tanta promesa.
“Mi partido bajará los impuestos”, me encuentro de repente en uno de los programas. ¡Vaya!, algo es algo, me digo.
Miro otro y… sorpresa “Nosotros bajaremos los impuestos”. De nuevo empate. Miro otro y…. lo mismo: todos bajarán los impuestos.
Y por culpa de la dichosa meditación que hoy me dicen he de hacer me encuentro en esta tesitura:
A ver que alguien me explique como coño se pueden hacer tantas y tantas cosas como prometen los programas ingresando mucho menos dinero. Porque (medito) si hasta ahora no se ha podido hacer nada de lo señalado y tantas veces prometido porque con la crisis habían bajado lo ingresos por impuestos, ¿cómo puñetas lo van a poder hacer ahora ingresando aún menos?.
Voy a tener que dejar de meditar ya que tan solo consigo enredarme cada vez más y alcanzar un punto de cabreo. Todos sabemos lo que cada pueblo, cada villa, cada ciudad y cada aldea necesita. Lo que esperamos de nuestros representes políticos es que nos digan como hacerlo y, especialmente, como financiarlo. Pues nada, de eso ni una palabra.
“Nuestro principal objetivo es acabar con el paro”. Rápidamente busco el cómo y las correspondientes partidas financieras. Nada, ni palabra en ninguno de ellos salvo unos cuantos lugares comunes relativos a los autónomos, llamados emprendedores en el lenguaje zapateril. No logro aclarar la situación. Sigo dando vueltas a la papeleta y termino arrojándola hastiado a la papeleta.
Distraídamente cojo el suplemento de economía de un diario y le ojeo. Me paro en unas declaraciones sobre España y su futuro financiero de uno de los hombres más influyentes del mundo en lo que a grandes inversiones se refiere.
Me parece que ya he meditado y leído bastante. Sigo si saber a quien votaré, pero si tengo más que seguro a quien no.