CANGAS DEL NARCEA.- De nuevo el lobo. Los ecologistas cargan otra vez sobre el control de los mismos
Los controles de población de lobos que se ejecutan actualmente en Asturias no tienen cobertura legal y carecen de justificación técnica o científica. Así lo advierten Ecologistas en Acción, la Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico y la Coordinadora Ecoloxista d´Asturies en un escrito enviado a la Dirección General de Recursos Naturales del Principado de Asturias. Se refieren a la prórroga concedida para la realización de estos controles indiscriminados, que amenaza a la especie en época de reproducción.
El Principado de Asturias aprobó el pasado 19 de marzo una resolución por la que prorrogaba los controles de población de lobos durante tres meses más, hasta finales de junio. Se trata de una medida indiscriminada, ya que se dirige al azar hacia cualquier ejemplar, al margen de su sexo o edad y de que haya sido o no causante de daños a la ganadería.
No hay motivo real para extender estos controles en el tiempo, como denuncian las organizaciones en el escrito. Con la resolución se permite de facto la captura de ejemplares en plena época de reproducción de la especie. Además, consideran que la resolución ha quedado derogada por el Decreto 23/2015, de 25 de marzo, por el que se aprueba el II Plan de Gestión del Lobo en el Principado de Asturias.
Por lo tanto, las entidades conservacionistas consideran que la captura de cualquier ejemplar de lobo al amparo de la Resolución de 19 de marzo de 2015 carece de cobertura legal alguna y supondrá la vulneración de la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y la Diversidad, Real Decreto 1997/1995, de 7 de diciembre y la Directiva 92/43/CEE.
En el escrito dirigido a la Dirección General de Recursos Naturales se advierte de que la autoridad o funcionario que autorice la captura de ejemplares al amparo de dicha resolución, podría incurrir en un delito de prevaricación tipificado en el art. 404 del Código Penal. Si el Principado de Asturias continúa con estas autorizaciones las organizaciones conservacionistas advierten que pondrán en marcha diversas iniciativas legales para detener estos controles de población ilegales. La primera jornada de trabajo del congreso sobre el oso celebrado ayer en Cangas del Narcea puso sobre la mesa la necesidad de establecer una regulación del turismo dedicado a la observación de la especie para minimizar el impacto sobre la población osera. Expertos y empresarios del sector turístico coincidieron en la necesidad de poner “reglas” al ecoturismo para que sea una actividad responsable y adecuada a la conservación del medio natural y de las especies de fauna. El más crítico con la explotación turística del oso fue el primer ponente, el biólogo Andrés Ordiz, quien se mostró contrario a la observación directa de los animales. No obstante, reconoció el efecto positivo de un turismo con un enfoque educativo. Él fue el primero en exigir una regulación para las actividades turísticas “porque estas no deben tener interferencias con la especie”. Guillermo Palomero, presidente de la Fundación Oso Pardo (FOP), coincidió con Ordiz en plantear una regulación de la actividad turística. Desde su punto de vista, los osos se han convertido en una oportunidad para atraer visitantes a las zonas rurales, lo que para él tiene el efecto positivo de que “la población vea al oso como un aliado del desarrollo rural que genera beneficios”. Sin embargo, hizo hincapié en que esos beneficios deben obtenerse a través de una “actividad sensata y nítidamente regulada para que el turismo no sea un problema para los osos”, subrayó. En el otro lado, el del sector turístico, Ana Llano, presidenta de la Asociación de Turismo Rural del Suroccidente, se mostró encantada con las iniciativas centradas en los recursos de la zona. No obstante, es consciente de que el turismo de observación “explosionó y necesitamos un poco de regulación, ordenación y educación, empezando por las empresas de turismo rural, para poder transmitirla a los clientes”. Durante la jornada, también se conocieron experiencias en el sector del ecoturismo. Entre ellas, el Club de Turismo Ornitológico Birding in Extremadura, con una larga trayectoria, cuya responsabl, Vanesa Palacio, manifestó que el turismo y la conservación no tienen por qué estar reñidos: “lo ideal es que puedan convivir las dos actividades, y es posible”. Este primer congreso, organizado por los grupos de desarrollo rural Alto Narcea Muniellos, Camín Real de la Mesa, Alto Nalón y Montaña Central, ha logrado congregar a unas 120 personas.